Lo primero la base. Chocolate blanco coloreado.. Todo bien medido. Acordaros de darle cierto grosor, sin pasarse, porque tendrá que aguantar peso.
Insisto en la medición, que luego no cuadra. Pegamento con el mismo chocolate blanco.
Las varas de sujeción de los caballitos deben encajar con cuidado.
La estetica de un carrusel es muy barroca. De ahí el borde superior hecho con pequeños moldes.
Ayúdate de un cortapastas para hacer los caballitos. Que sean finos que estos no soportarán ningun peso.
Pegarlos con cuidado.
La parte superior esta hecha de cartón y es la única parte no comestible. Podría haberse hecho de chocolate sin problemas. Eso si, con cuidado por el incremento de peso.
El colorido del fideo de azúcar casa bien con el conjunto.
La base es un bizcocho de arandanos y cacao recubierto de una crema de mantequilla y «apuntalado» por barritas de chocolate. El borde del tejado se ha terminado de recargar y en medio van bombones hermosos de crema de manzana.
Con un acetato rodeamos el borde exterior despues de haber situado el carrusel sobre el bizcocho.
Retiramos el acetato y la disponemos sobre una plataforma giratoria y con música,..jajaja,..se quedaron alucinados.
