Sí, sí, del libro de Editorial Everest RENUEVA TUS RECETAS DE SIEMPRE
las páginas que faltan del libro,….
A las doce, marea baja.
Emplatar sobre pantallas de televisión
Cada apenas seis horas, entra el mar y se retira
Cada seis horas
Apenas espuma blanca, burbujas de sal brillante, fría y vacilona, llego, me vuelvo,…
Recrear un plato en la orilla de la arena fue divertido.
Lo estuvimos haciendo sobre un plato y fue bonito
Pero el día que decidimos colocarlo en vez de en un plato, encima de una pantalla de televisión de apenas el tamaño de un plato donde se veían y oían imágenes de mar rompiendo sobre la arena, ese día ese, nos dimos cuenta que el plato se había vuelto mágico.
Apenas un trozo de rape, conchas de almejas, estrellitas de mar azules, bolitas de color naranja y algas componían una sensación marina indescriptible. Las imágenes y el sonido del plato ayudaban tanto que corría el peligro de quedarse con el protagonismo. Pero teníamos en nuestra mano una llave para no dejar que eso ocurriera: el sabor. Que el plato estuviese muy rico. Con ello conseguiríamos que la gente recordara del plato no solo por el espectáculo que significa emplatarlo sobre una pantalla de televisión.
A las doce y veinticinco vuelve la siguiente marea baja,…vuelve el mar a alejarse.
Nos pasamos el día embobados delante de ellas y a nadie se le había ocurrido emplatar en una.
Así de simple, y dejar que las imágenes y el sonido del mar embravecido rompiendo sobre las rocas y la playa nos ayudara a sumergirnos en el propio plato de pescado.
O que el sonido y la imagen del crepitar de una imagen de brasas y fuego nos trasportara a un plato hecho por entero en los rescoldos del carbón.
O que un campo de trigo verde amarillento se mueva sedoso mecido por el viento y nos trasporte a un plato hecho enteramente con vegetales, trigo y más detalles.
Los tres platos que se bocetaron fueron, eso, tres, pero las posibilidades son infinitas, maravillosamente espectaculares, emplatar sobre imágenes y sonido de ventiscas de nieve para helados, emplatar viendo imágenes y sonido submarino, emplatar deleitándonos con imágenes de árboles frutales mientras comes el fruto del mismo árbol,..yo que se,….lo que tu quieras,…
No te cortes, agarra una pantalla de apenas 10 pulgadas y emplata comida sobre ella. Así de simple.
Comer (que este super rico) sobre algo en movimiento y con sonido es sencillamente mágico.
