Si , ese que, si estamos cocinando es imprescindible y a pesar de eso no se le da la importancia que tiene. El se encarga de que nuestras manos estén secas, de mantener limpio cualquier resquicio que pueda ensuciarse. Sin el no se puede sacar nada caliente del horno. El tiene la sensación (y lo es) de estar siempre colgado,…y es verdad, concretamente de las tiras del delantal.
Al final del día acaba siempre tirado por algún lado, preparado para soportar otra sesión de Dragon-Khan en forma de centrifugado entre pompas de jabón. Y con el tiempo y el trabajo va adelgazando, va dejándose la piel a jirones. Un día, sin mas, desaparece,… apenas pudimos agradecerle todo lo que en su día nos dio sin rechistar.
Dos imágenes de un buen amigo,.. el ilustre trapo. Belleza de la buena, sin perfección.
Por aquí, ya se le suelte de la cintura a veterano o novato, se dice aquello de: quien ha perdido las bragas?
Salut!