Xabier Gutierrez Cocinero
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OBSERVACION GASTRONOMICA. Paginas 92-93. RENUEVA TUS RECETAS DE SIEMPRE.

La observación puede ser gastronómica pero puede darse en cualquier sitio. Y esta, dar origen a echar a volar tu imaginación.                                                         Observo.

La prisa está reñida con la observación.

Aquel niño llevaba los zapatos con una pequeña mancha en el extremo, hubiese dicho que era sangre.

Aquel día me pareció que tu mirada tenía un extraño deje de melancolía, de amarga sensación.

Después de pasar por la calle observe que tu portal había cambiado de color. La entrada de tu casa era parecida a tu persona. Brillaba con tenebrosa ignorancia.

Las ramas ocultaban la fragancia del bosque. La densa niebla actuaba de spray difusor de aromas.

Los brillos del  sol se introducen entre las comisuras de la persiana de mi habitación  asemejando  barrotes, convirtiendo mi hogar en prisión de luz, en cárcel de sombras.

Me acerco lentamente hasta convertir tus lagrimas en ríos tumultuosos, tu piel en densos desiertos, tu pelo en selvas de machete, tus ojos en brillantes ibones negros, tus uñas en paredes nacaradas de madera curvada.

Me pare a pensar que llevabas la camisa con el cuello raido por el tiempo o por el cariño a la prenda.

Después de pasar el dedo por encima, me acerque para cerciorarme que la superficie de un caramelo no es tan lisa como parece a primera vista. Que atrevida que es esta en sus opiniones. La segunda siempre es más reflexiva.

Aleje el objeto que de tan cercano me negaba su aspecto. Al hacerlo vi el conjunto y pude reconocerlo.

Entré en una tienda de sillas y pasé en su interior más tiempo del esperado. Me recreé en las formas que me invitaban a descansar  y me marche convencido de haber entendido la sensación de grata actividad que siento al estar de pie

Sin dejar de escuchar lo que monótonamente me repetían al oído advertí una melodía sonando por algún lado, y que pasaba por mi mente a un primer plano sonoro inundando de ritmo esas palabras que en realidad no quería oír.

Lentamente deje de acercarme, y en la distancia que con el tiempo se formo, estuve más cerca de ti.

Veo que observar miradas dan vistazos de visión.

Miro, distingo distancias distintas y distantes.

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INTERPRETANDO A LOS CLASICOS. Páginas 16, 17,
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