RECETAS HISTORIADAS

Percebes gordos con Chateau Lafite Rothschild, 1787

Ingredientes

20 percebes gordos y rechonchos como un dedo gordo y rechoncho • 1 botella de Chateau Lafite Rothschild, de 1787

Elaboración

Una vez decidida la operación a desarrollar, dirigirse a un cajero con decisión. Plantarse delante de él y ordenarle sin titubear que te suelte guita seria,…pero que muy seria. Cuando este se niegue a darte tal cantidad, torcer la vista, girar el cuerpo y con paso firme dirigirse a la rubia del mostrador. Esta, con sonrisa Profiden, palabras suaves y gesto de no es mi culpa, te explica y te cuenta que semejante cantidad se la tenías que haber advertido de un día para otro.

Mierda. Pues deme todo lo que pueda, le espeto con decisión y cara de mala hostia.

¡Qué hago ahora!,…. Piensa,…Creo,…si, creo que ya esta, solucionado.

Tirare de mi segunda cuenta corriente, esa que tengo guardada para cuando mi hijo adolescente me sorprenda y me diga que el único sitio que se enseña la carrera que quiere estudiar es en Australia.

Salgo con una buena cantidad que es la máxima que me dan, parece ser que para no arruinar al banco en menos de 24 h.

Me dirijo a toda velocidad hacia mi segundo banco donde creo que si no tengo el dinero en Participaciones Preferentes, algo me podrán dar. Al menos para completar lo que me falta.

¡Coño! Y hago un recuento y veo que todavía falta. Tiro aun más de la cuenta y la dejo casi vacía. Esperemos que la carrera la estudie por los alrededores que si no, la lío.

Con el dinero ya en mi bolsillo, corro a la Vinatería de mi amigo Manu Méndez aquí en Donostia para conseguir la botella del preciado caldo. Un Chateau Lafite Rothschild, de 1787.

Descubro para mi horror, que solo tiene la botella de medida Magnum y claro esta, su precio también es Magnum.

No me llega,…Le pagare la botella a plazos como si fuera un coche, pediré un crédito hipotecario sobre la botella,…no sé,… haré un leasing, empeñaré las joyas de la abuela.

Ya esta,…llego a un acuerdo y le pagaré la mitad en metálico y la otra mitad,…con la Visa,…espero que tenga crédito. Si, parece que sí.

Me la envuelve con cariño y salgo con cara de felicidad. Camino con más bulto pero con un peso parecido, pues el vaciado del bolsillo compensa el peso de la botella.

Me vuelvo a casa con la mitad del pintxo preparado. Pero aun me queda pasar por la pescadería, donde mis amigos Gema y Jose Mari. Los tengo reservados y son caros pero nada que ver con el otro ingrediente. Son percebes de la zona de Asturias y los he visto antes. Puro espectáculo.

Definitivamente llego a casa después de la peripecia, pensando que hacía tiempo que no me ponía a hacer una receta tan difícil,…por lo menos, tan laboriosa.

Vuelvo al libro y descubro que la receta está enclavada en una sección que no me había percatado,…Sección Ricachones,….ya decía yo que era una receta difícil de hacer,…

Si es que estas recetas no se pueden hacer cuando uno no es ricachón.

Definitivamente os daré un consejo,..Mirar y leer bien los libros de cocina. Fijaros bien en sus consejos y advertencias. Algunos tienen mucha razón.

Por cierto, se me ha olvidado contaros que los percebes, apenas unos segundos en agua hirviendo, estaban divinos,…bastante mejor que el vino,…desde luego en proporción al precio, si.

DEL NUEVO LIBRO, RECETAS SENCILLAS PARA NOVATOS Y COCINILLAS-PINTXOS Y TAPAS

La foto, de una foto de Mikel Alonso (el libro no tiene fotos)